Nuevas investigaciones presentan la retroalimentación existente entre las relaciones positivas y la autoestima y cómo pueden afectarse positivamente o no entre sí.

La autoestima y las relaciones positivas

Fecha 04 de Octubre de 2019

Actualmente los trabajos de muchos científicos se centran en el mundo de las emociones, las relaciones y en qué tan importantes son ambas para nuestra salud mental y física. Por ello, a causa del alto impacto en nuestras vidas, el desarrollo de las competencias socioemocionales está cada vez más contemplado en la educación y el mundo laboral.

Entre los diferentes estudios en esta temática se encuentra un meta-análisis de más de dos décadas de investigación, liderado por Michelle A. Harris, de la Universidad de Texas. Este presenta la interrelación y efecto producido entre la vida social positiva y la autoestima a lo largo del tiempo.

Harris y su equipo analizaron 52 estudios en los que habían participado 47.000 participantes, de los cuales el 54% eran mujeres. Los trabajos contaban con muestras amplias de países como Alemania, Australia, Bélgica, Canadá, Estados Unidos, Finlandia, Grecia, Rusia, Suecia y Suiza, publicados entre el año 1992 y 2016.

En los resultados se pudo concluir que contar con relaciones positivas, aceptación y apoyo social contribuye en el desarrollo de la autoestima en las personas entre las edades de 4 a 76 años. También fue interesante para los investigadores comprender el efecto inverso; es decir, cómo la autoestima contribuye a una mejor vida de relación y cómo este vínculo recíproco genera un ciclo de retroalimentación positiva que se acumula a largo plazo.

Al parecer, según presenta otro estudio, la autoestima tiene un rol significativo en el modo que impacta en nosotros la vida de relación. La experiencia de Baldwin Way, profesor de psicología en Ohio, contó con 1.054 participantes, a quienes les tomó muestras de sangre para medir un marcador de inflamación (la proteína C reactiva [PCR], asociada con afecciones de salud) para determinar cómo se relaciona con los niveles de autoestima y el apoyo social percibido. Además, los voluntarios calificaron cuánto apoyo social recibían y completaron un cuestionario que les permitió a los especialistas medir su autoestima. La medición de PCR y vida social se volvió a realizar nuevamente dos años después.

Los resultados mostraron que cuando las relaciones positivas percibidas por los participantes aumentaban, los niveles de PCR disminuían, pero que este efecto se daba solo en individuos con mayor autoestima. Por lo cual, el apoyo social puede no llegar a tener el mismo efecto positivo en personas con baja autoestima. Según Way, estas personas tienden a sentir más estrés cuando otros intentan ayudarlas debido a que consideran que no merecen atención o porque sienten que se están aprovechando de sus allegados.

Ambos estudios contribuyen a que reflexionemos sobre lo importante que es comprender el valor del desarrollo de una sana autoestima desde edades tempranas y cómo esta impacta en nuestra vida de relación y en su calidad.

Desde los diferentes ámbitos en los cuales actuamos es importante tener presente que cada uno de nosotros es único y merece respeto. Además, debemos contemplar que nuestro cerebro es social y necesita ser aceptado, valorado y reconocido. De este modo, la autoestima de cada persona se desarrollará adecuadamente.


Bibliografía:

  • Harris, M. A., & Orth, U. (2019). The link between self-esteem and social relationships: A meta-analysis of longitudinal studies. Journal of Personality and Social Psychology. DOI: 10.1037/pspp0000265
  • Lee, D. S., & Way, B. M. (2019). Perceived social support and chronic inflammation: The moderating role of self-esteem. Health Psychology, 38(6), 563-566. DOI: 10.1037/hea0000746

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