
Inolvidable: una hoja de ruta para ser el docente que sus alumnos nunca olvidarán (segunda parte)
Leer primera parte: clic aquí.
Segundo destino: sea un “corazón valiente”; ame a todos sus alumnos
Cuando un lago está en calma parece un espejo… Pero existe el poder de una piedrita. Una piedrita arrojada creará una onda llena de movimiento y vigor que se propagará a lo largo y a lo ancho y romperá su quietud.
Muchos de nuestros alumnos son como el lago y se quedan inmóviles a pesar de nuestros esfuerzos.Sin embargo, si tienen esta postura, los docentes debemos ser las piedritas que podemos darles vigor y ponerlos en movimiento.
Por suerte, los docentes inolvidables están llenos de piedritas.Algún alumno puede lograr que digamos algo que luego lamentemos. Pedirle disculpas es una piedrita que comenzará una onda.
Cuando persistimos en mostrarle que nos importa a pesar de que el estudiante actúe como que no, tiramos otra piedrita.
Amar a todos los alumnos requiere de paciencia.Por lo tanto, espere con calma durante los momentos de frustración.
Sea un lobo de Wall Street, pero en vez de tratar de ganar 50 millones de dólares por año, haga una “inversión en relaciones”. Trate las relaciones con sus alumnos como inversiones.
Se recomienda invertir cuando el mercado está en su nivel más bajo porque nuestra ganancia será mayor.Use la misma regla en la relación con sus alumnos.Ellos nos necesitan cuando están en su nivel más bajo (como, por ejemplo, los chicos difíciles, rebeldes o irrespetuosos).
Estrategias de inversión
El lobo de Wall Street silencioso:por ejemplo, dele a sus alumnos una nota de aliento por un trabajo bien hecho.
El lobo de Wall Street público: dígale a sus alumnos en público por qué está orgulloso del progreso que están haciendo.
Sea el Rocky Balboa de los docentes: nunca se dé por vencido con sus alumnos.
Continúa en una tercera parte...
Referencia bibliográfica:
- Whitaker, T. (2011). What Great Teachers Do Differently: 17 Things That Matter Most. New York: Routledge.
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