Los docentes reales son vitales para el sistema educativo. La tecnología no los puede reemplazar porque ellos le dan vida a las escuelas a través de sus experiencias.

Educando con el corazón (primera parte)

Fecha 02 de Agosto de 2018

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Si comparamos el sistema educativo con un cuerpo, los educadores somos su corazón. Y así como la ciencia ha sido incapaz de crear un reemplazo viable del corazón, tampoco la tecnología puede reemplazar a los educadores reales. Al igual que el órgano que bombea la sangre, que es un soporte vital, a través del cuerpo, los educadores reales damos vida a las escuelas a través de nuestras fortalezas, talentos, pasiones y experiencias. La tecnología es un apoyo de los educadores, pero NUNCA podrá reemplazar el corazón de la educación. 

¿Por qué Real?

R: Reconozca sus vulnerabilidades
E: Empático
A: Aprenda a lo largo de toda la vida
L: Llano, accesible 

Los programas y la tecnología no alcanzan. Necesitamos educadores que puedan ver más allá de las estadísticas y de los desafíos, que deseen ser REALes y se preocupen por sus niños y adolescentes. 

Sin esto no podemos combatir la Enfermedad Cardíaca Educativa: el deseo de algunas burocracias de que dejemos nuestra capacidad de ser REALes en la puerta de la escuela porque debemos cumplir a rajatabla con los programas. 

Tan sólo recuerde que sin su usted REAL, la educación no puede sobrevivir. 

Cada año mueren en la Argentina 72.000 personas por enfermedades cardíacas (hipertensión arterial, infarto cardíaco, insuficiencia cardíaca, etc.) lo que representa que cada 7 minutos una persona fallece en nuestro país por esta razón, la cual es la primera causa de muerte entre las mujeres y los hombres en el mundo.  

Un motivo por el cual tantas personas mueren por esta enfermedad es porque, según la ciencia médica, es un asesino silencioso. Esto significa que la mayoría de sus síntomas son indetectables hasta que el paciente experimenta un ataque cardíaco que, en muchos casos, es demasiado tarde. 

¿Cómo se relacionan estas estadísticas con el sistema educativo? 

En la enseñanza los programas y objetivos predeterminados asfixian la creatividad, el talento y la pasión de muchos educadores (¡y alumnos!).

Cuando no compartimos nuestras experiencias de vida o no nos tomamos el tiempo para relacionarnos uno a uno con nuestros alumnos, nos volvemos menos accesibles y dejamos de conectarnos. 

En resumen, cuando perdemos, enterramos o escondemos nuestras capacidades de ser REALes, entonces nosotros, los educadores, o sea el corazón de la educación, ¡sufrimos! El resultado: un daño para todo el sistema educativo y, finalmente, para el futuro de los niños y adolescentes a los que nos debemos y a los que atendemos y servimos. 

Estamos en el triage (clasificación de los pacientes que concurren a una guardia según la gravedad de su condición) educativo. Así como los médicos de guardia priorizan el tratamiento de los pacientes basados en la severidad de su enfermedad, debemos primero estabilizar el corazón educativo. ¡Sostener la vida es vital! 

¿Qué hará usted para lograr que la vida continúe fluyendo en la escuela y para revigorizar nuestro sistema educativo? De todas las profesiones del mundo los educadores necesitamos ser REALes. Somos los responsables de empoderar nuestro futuro. Un número exponencial de jóvenes son influenciados por nuestras acciones diarias.

Sin importar cuál es su rol en la educación (o en la vida), el mejor principio es ser transparente. Ser humilde. Ser honesto. Ser usted mismo. 

Sea REAL.

R: Reconozca sus vulnerabilidades
E: Empático
A: Aprenda a lo largo de toda la vida
L: Llano, accesible


Referencia bibliográfica:

  • Kanold, T. (2017). Heart! Fully forming your profesional life as a teacher and leader. Indiana: Solution Tree Press.

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