Para las personas es muy importarte confiar en las personas a la hora de establecer vínculos y relaciones con otros.

Las emociones que provocan estímulos irrelevantes pueden afectar la confianza

Fecha 30 de Enero de 2014

Una serie de trabajos liderados por Maurice E. Schweitzer, profesor de gestión de las operaciones y la información de Wharton School of the University of Pennsylvania, y la estudiante de doctorado Jennifer Dunn, presentaron cómo la confianza, algo tan importante en las relaciones humanas, puede verse afectada por información irrelevante.

 

Los investigadores llegaron a esta conclusión luego de realizar una serie de pruebas. En una de ellas se les pedía a los participantes que nombraran a un compañero de trabajo y después redactaran una situación en donde hubieran pasado por un estado de enojo, tristeza o alegría. Para ello, cada persona debía escribir sólo un tipo de incidente según la emoción que se le asignaba. A esta parte de la investigación se la denominó fase de inducción emocional. Luego de este paso, tuvieron que hacer una evaluación del compañero nombrado al inicio según la siguiente propuesta:

 

• Si ................ ha prometido preparar una presentación, lo hará correctamente.

 

• ..............., jamás de manera intencional tergiversaría mis opiniones delante de otras personas.

 

Los resultados del trabajo presentaron que aquellos individuos que tenían un estado emocional de felicidad eran mucho más confiados que los tristes, y que los tristes eran más confiados que los enojados. En cinco estudios llevados a cabo por los profesionales los resultados fueron similares: todos expresaron que circunstancias fortuitas como una multa de transito o discutir con la pareja influyen sobre los juicios que hacemos sobre alguien.

 

Investigaciones previas consideraban que el grado de confianza o desconfianza dependía de lo confiado que fuera un individuo y de lo que se supiera acerca de la otra persona. Sin embargo, este estudio presenta que una serie de sucesos irrelevantes pueden influir en el estado emocional. Estímulos sencillos como una corta historia, una noticia, un tema musical, un chiste, hablar de deporte o incluso un pequeño debate, expresó Scweitzer, puede llevar a una persona a sentirse feliz, triste, molesto, etc., y por ello a cambiar sus juicios sobre las personas o grupos.

 

Dentro del ámbito de las negociaciones, siempre se tiene presente espacios para conversaciones de temas triviales que se saben contribuyen a que las personas se distiendan. De este modo, el trabajo de Scweitzer permite pensar que el contenido de estas conversaciones deben ser evaluadas para cambiar su rumbo si es necesario y también consideradas de ante mano para elegir aquellas que otorguen un estado emocional adecuado.

 

Es por ello que en el ámbito laboral espacios de integración en donde las personas puedan disfrutar de momentos compartidos de placer hacen a la consolidación de equipos y al desarrollo de la confianza entre quienes lo componen (juegos que no despierten la competencia, comidas, espacio de juegos y charlas, ronda de chistes, etc.). También antes y durante algunas reuniones es necesario utilizar estímulos que lleven a estados emocionales adecuados para lograr el compromiso de las personas.

 

Otros trabajos de este investigador permitieron sumar a los anteriores una observación muy interesante. Luego de ver fragmentos de películas los estados emocionales de las mismas influían en los juicios. No obstante, cuando las personas eran conscientes de su estado emocional, el mismo no interfería de igual modo ante el grado de confianza.

 

En neurosicoeducación utilizamos la sigla UCCM MA (unidad cuerpo cerebro mente - medio ambiente) para representarnos y poder comprender la influencia que el contexto tiene en cada uno de nosotros. La volubilidad de nuestros juicios es un punto que debe ser considerado seriamente por líderes, jefes, gerentes o cualquier persona que deba tomar decisiones que involucren a otros para no cometer errores o disminuir su toma de perspectiva, factor fundamental de aplicar en las relaciones humanas.

 

En reuniones de equipo en donde necesitamos que todos los miembros se sientan seguros, integrados, confiados, parte de la organización, etc. estímulos que generen seguridad y placer deben formar parte de las mismas para que nuestro cerebro goce de un estado emocional a favor de los objetivos, confianza en los otros y bienestar del grupo.

 

Bibliografía:

• Dunn, J. R., & Schweitzer, M. E. (2005). Feeling and believing: the influence of emotion on trust. Journal of Personality and Social Psychology, 88(5), 736–748. https://doi.org/10.1037/0022-3514.88.5.736