El efecto del sueño restringido podría afectar el estado de alerta y tareas complejas que requieren control ejecutivo, incluso en población infantil.

Dormir poco y acostarse tarde afecta el rendimiento escolar

Fecha 09 de Enero de 2019

En los últimos años, ha habido una disminución en la duración y calidad promedio del sueño en la población mundial, con consecuencias adversas en la salud general.

 

Una buena calidad y cantidad de sueño nocturno es un factor esencial para permitir un adecuado funcionamiento diurno de los seres humanos. 

 

Las investigaciones desarrolladas dan cuenta de una disminución de las horas de sueño, incluso en población infantil. Los estudios sugieren que el efecto del sueño restringido podría afectar el estado de alerta y tareas complejas que requieren control ejecutivo (Fallone, Acebo, Arnedt, Seifer & Carskadon, 2001).

 

Para conocer el efecto que puede tener el sueño en los aprendizajes es que desde el Laboratorio de Neurociencias y Educación de la Asociación Educar para el Desarrollo Humano realizamos una investigación donde participaron 800 niños de 6 a 12 años de edad, y sus respectivos docentes, pertenecientes a 5 países, que respondieron preguntas sobre rendimiento académico. Los docentes calificaron a los alumnos según una escala de 5 puntos: 1. Muy por debajo de la media de la clase 2. Por debajo de la media de la clase 3. En la media de la clase 4. Por encima de la media de la clase 5. Muy por encima de la media de la clase. Los niños, a su vez, respondieron al cuestionario BEARS (Owens & Dalzell, 2005) sobre calidad y cantidad de sueño.

 

Gráfico 1. Países que participaron de la investigación

 

Gráfico 2. Muestra de niños por edad

 

Al consultarles a los niños sobre las horas de sueño durante la última semana observamos la siguiente distribución de horas de sueño por edad:

 

Gráfico 3. Distribución de cantidad de horas de sueño por edad

 

Como se ve en el gráfico, el porcentaje de niños que duerme menos de 10 horas es mayor a medida que aumenta la edad.

 

Si comparamos esta cantidad de horas de sueño informada por los niños con la cantidad de horas recomendadas por la Federación Mundial de Sueño observamos una discrepancia negativa como podemos ver en el siguiente gráfico:

 

Gráfico 4. Sueño reportado y recomendado por edad

 

Como puede verse, existe una deuda de sueño en todas las edades evaluadas siendo aún mayor en las edades más bajas. Si tenemos en cuenta los datos reportados en el grafico 2, alrededor del 70% de los niños no duermen las horas recomendadas.

 

Si analizamos el horario reportado de acostarse encontramos que más de la mitad de los niños de primaria demoran la hora de acostarse:

 

Gráfico 5. Hora de acostarse

 

Hallamos que los niños que se acuestan más tarde duermen una hora menos que aquellos que se acuestan antes de las 22 hs.

 

Gráfico 6. Cantidad de horas de sueño según la hora de acostarse

 

El demorar la hora de acostarse les quita a los niños hasta una hora de sueño por noche.

 

Esto podría explicarse porque nuestro reloj biológico (el sistema circadiano) sincroniza numerosos procesos internos fisiológicos y bioquímicos, incluido el ritmo diario de la predisposición al sueño a las señales externas de tiempo ambiental (Dijk & Czeisler, 1995). Entonces para una duración y calidad óptimas del sueño, el momento de acostarse debe estar alineado adecuadamente con el tiempo del reloj circadiano.

 

Teniendo en cuenta que los niños que se acuestan antes de las 22 horas son los que en promedio duermen más horas, es que analizamos cómo la hora de acostarse impacta en el rendimiento académico.

 

Gráfico 7. Rendimiento según cantidad de horas de sueño

 

En este gráfico vemos que los niños que duermen menos son los que tienen rendimientos por debajo de la media, mientras que los que duermen más se encuentran en un rendimiento medio, por encima y muy por encima de la media de rendimiento.

 

Un dato inquietante surge al analizar la calidad del sueño de los niños, ya que el 80% de la muestra manifiestan tener alguna dificultad relacionada a la calidad del sueño.

 

Gráfico 8. Porcentaje de niños que reportan alguna dificultad de sueño

 

Gráfico 9. Dificultades reportadas de sueño

 

Vemos que en cada aspecto evaluado, como mínimo, un 40% de niños reportan diferentes dificultades de sueño, siendo el más alto la dificultad para ir a dormir.

 

Gráfico 10. Dificultades reportadas de sueño por edad

 

Cuando analizamos las dificultades reportadas por edad vemos que las dificultades de sueño se presentan en todas las edades en proporciones similares.

 

A partir de todo lo expuesto, quisimos analizar cómo la calidad de sueño impacta en el rendimiento académico, encontrando los siguientes resultados:

 

Gráfico 11. Rendimiento según se reportan o no dificultades de sueño

 

Encontramos que dormir menos, acostarse tarde y de forma irregular afecta al rendimiento académico de los niños. Nuestros resultados muestran que los niños de primaria, en su mayoría, no duermen las horas recomendables para su desarrollo y refieren dificultades en la calidad del mismo. Estas horas de sueño perdidas no son recuperables, lo que, de forma acumulada, lleva a consecuencias que provocan que su rendimiento se vea afectado.

 

Estos hallazgos muestran que tanto el sueño y los factores circadianos deben abordarse psicoeducativamente para optimizar los desempeños escolares y promover la salud de los niños en edad escolar.


Referencias:

• Fallone, G., Acebo, C., Arnedt, J. T., Seifer, R., & Carskadon, M. A. (2001). Effects of acute sleep restriction on behavior, sustained attention, and response inhibition in children. Perceptual and Motor Skills, 93(1), 213–229. https://doi.org/10.2466/pms.2001.93.1.213
• Dijk, D. J., & Czeisler, C. A. (1995). Contribution of the circadian pacemaker and the sleep homeostat to sleep propensity, sleep structure, electroencephalographic slow waves, and sleep spindle activity in humans. The Journal of Neuroscience: the official journal of the Society for Neuroscience, 15(5 Pt 1), 3526–3538. https://doi.org/10.1523/JNEUROSCI.15-05-03526.1995
• Owens, J. A., & Dalzell, V. (2005). Use of the 'BEARS' sleep screening tool in a pediatric residents' continuity clinic: a pilot study. Sleep Medicine, 6(1), 63–69. https://doi.org/10.1016/j.sleep.2004.07.015

 

Imagen: Designed by jcomp / Freepik