El síndrome de retraso de fase es uno de los tipos de insomnio que los adolescentes pueden presentar. Generalmente, está emparentado con su cambio en actividades y vida social.
Responsabilidad es el principal recurso que se les debe brindar para que desarrollen las destrezas necesarias para un sano desempeño en esta etapa y en su futuro.
Padres y docentes, como “cuidadores” de los cerebros de los adolescentes, tienen la oportunidad de proporcionarles un regalo precioso: herramientas y habilidades para que utilicen estas redes neuronales fundamentales. Estas los ayudarán a construir y reforzarán sus capacidades para alcanzar su potencial más alto y aumentarán su satisfacción y éxito para afrontar los desafíos y oportunidades del siglo 21.
Si bien una droga puede actuar sobre varios órganos simultáneamente, podemos destacar las diferentes formas en las que nuestro cerebro es afectado por éstas.