Más allá de cuál sea el plato principal (el tema) de su clase, es importante generar buenas guarniciones y complementos que acompañen o enriquezcan la idea central del día.
A partir de diferentes enfoques es posible estimular a los alumnos para que vean de una manera diferente sus lecturas o apuntes y jueguen con los contenidos, además de disfrutar del material o los temas de clase.
El inicio de una clase (aperitivo) debe contar con la dosis justa de información. Si es muy sustancioso, se puede saturar a los alumnos con datos y llegarán a la lección del día (el plato principal) sin ánimos de “comer” más.
Las formas de enseñanza rígidas son obsoletas. Para llamar la atención de los alumnos, es necesario rediseñar las clases para hacerlas significativas e interesantes