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Si bien se consideraba que algo de estrés no era nocivo para nuestras emociones, nuevos estudios mostraron que incluso los estresores leves pueden afectar el buen funcionamiento de la corteza prefrontal, el área más evolucionada de nuestro cerebro.

El estrés nos perjudica en varias áreas; actualmente sabemos que una de las habilidades afectadas es la cognitiva.

Cuando una mamá acaricia a su bebé, este percibe amor y un fuerte sentimiento de seguridad. Pero nuevas investigaciones presentan que además el efecto positivo llega mucho más lejos, hasta el punto de afectar el modo en que se expresan los genes.

Anteriormente se creía que los gánglios basales sólo estaban implicados en las funciones motoras, sin embargo hubo un cambio de paradigma que los vincula con nuevos procesos. También encontrarás en este texto otras curiosidades referidas a esta estructura.

El estrés emocional genera que el rendimiento intelectual y procedimental decaiga de manera pronunciada.