Practicar hábitos saludables y actividades que impliquen nuevos aprendizajes es muy importante si deseamos un cerebro con menor riesgo de presentar un precoz deterioro cognitivo.
Hacer ejercicio regularmente es muy importante para nuestra salud, no solo para nuestro estado físico, sino también para nuestro cerebro, disminuyendo el riesgo de deterioro cognitivo.