La adolescencia puede ser una etapa incomprendida, pero nuevos estudios neurocientíficos y genéticos nos permiten descubrir los cambios cerebrales que caracterizan a este momento de la vida.
Escuchar temas alegres produce un baño químico de neurotransmisores del placer en nuestro cerebro, que nos lleva a sentirnos contentos y a percibir la vida desde ese estado emocional.