- 25 de Noviembre de 2015
-
Autor: Dr. Luis M. Labath
Un cerebro aburrido no siempre representa una realidad negativa. Si es bien aprovechado, este estadio marca un descaso de los problemas cotidianos, así como también la búsqueda de alternativas creativas para evitarlo. No obstante, si la sensación es prolongada se convierte en una amenaza.