Cuando pensamos en los demás podemos salir de un estado de molestia y así también transitaremos hacia una gestión emocional más sana y estaremos situados en un camino más trascendente.
En determinadas circunstancias, lograr el autocontrol emocional puede resultar difícil. Sin embargo, si educamos nuestra corteza prefrontal adelantaremos varios pasos para poder conseguir este objetivo.
Para gestionar nuestras emociones necesitamos ejercitar tres habilidades que son funciones ejecutivas de la corteza prefrontal (metacognición, autocontrol y empatía).
Según diversas investigaciones, el simple hecho de dormir unos minutos de siesta es favorable para regular nuestro estado de ánimo y también provechosos para la memoria.