Asociación Educar

Para que los estudiantes deseen aprender, debemos atraerlos con ideas novedosas que favorezcan su apetito de ver qué contenidos se les ofrecerá. La clave está en el cerebro emocional, el cual puede fomentar las ganas de saber.

La escuela es una institución estructurada en torno a la unidad “grupo de aprendizaje”. Por lo tanto debemos profundizar acerca de qué provoca esa unidad grupal tan poderosa y determinante de la vida escolar y del aprendizaje.

La gran mayoría de los seres humanos disfrutamos mucho a la hora comunicarnos con otros. Sin embargo, lo que más placer nos genera es hablar sobre nosotros mismos y acerca de nuestras experiencias.

Cuando ayudamos a otras personas, no sólo ellas se benefician, sino que nosotros también, ya que en nuestro cerebro las regiones de recompensa se ven sumamente activadas.

El estrés emocional genera que el rendimiento intelectual y procedimental decaiga de manera pronunciada.

Los aprendizajes tácitos que deja el pasaje por la instituciones educativas forman una impronta en la memoria a largo plazo determinante en el comportamiento del individuo a lo largo de su vida.

Nuestra realidad interior es la que nos permite observar la realidad exterior e incluso interpretar al otro.

Actividades prácticas para utilizar la Neurosicoeducación dentro del aula.