El diálogo interior nos caracteriza a todos los seres humanos. Sin embargo, podemos dirigirnos a nosotros mismos de forma positiva o negativa. Según diversas investigaciones, cuando los mensajes que nos damos son favorables mejoran los niveles de bienestar y de salud mental.

Tratarnos amablemente nos hace bien

Fecha 18 de Junio de 2019

En mayor o menor medida, todas las personas nos hablamos a nosotros mismos, una situación que se denomina diálogo interno. Un reciente estudio realizado en las Universidades de Exeter y Oxford, en Reino Unido, presenta cómo esto influye en nuestra salud mental y física. 

“¿Cómo hice esto?” u “¿Otra vez me equivoqué?”, ambas preguntas pueden ser un modo de cuestionarnos sobre una situación que nos ocurrió o la manera en la que deberíamos afrontar o haber afrontado la misma. Sin embargo, esto va más allá, ya que el modo en que nos hablamos a nosotros mismos trae solapado el despertar de respuestas emocionales.

Tomando como base para su investigación estudios que presentan el modo en que las respuestas emocionales afectan el sistema inmunológico, investigadores de ambas instituciones se propusieron examinar cómo el diálogo interior influye en nuestra salud mental y física.

Para su trabajo, publicado en la revista Clinical Psychological Science, contaron con la participación de 135 estudiantes sanos de la Universidad de Exeter, a quienes dividieron de manera aleatoria en cinco grupos.

A los integrantes de cada grupo se les midió su frecuencia cardiaca, su respuesta de sudor y se les pidió que informaran cómo se sentían si tendían a ser amables con ellos mismos, si eran amables con las otras personas, etc., antes y después del estudio. Luego debían escuchar un audio de aproximadamente 10 minutos de duración en el cual recibían diferentes instrucciones.

Los grupos que escucharon instrucciones que los alentaban a ser amables con ellos mismos y atendían las sensaciones corporales con una actitud de interés para ir calmándolas reportaron sentirse más conectados positivamente con ellos mismos y también con los demás. Al medirse sus respuestas corporales, estas fueron coherentes con lo que expresaban sentir: menor frecuencia cardiaca, menor sudor y estado de relajación.

En cambio, los grupos que recibieron instrucciones que indujeron al desarrollo de una voz interior crítica o positiva, pero competitiva por no haber alcanzado un logro o haberlo alcanzado de un modo no esperado, vieron aumentado su ritmo cardíaco y sudor, en consonancia con sentimientos de amenaza y angustia.

Según dos de los principales autores de este trabajo, la Dra. Anke Karl y el Dr. Hans Kirschner, investigaciones anteriores, mostraban cómo el buen trato con uno mismo está relacionado con niveles más altos de bienestar y mejor salud mental. Su trabajo demuestra que ser amables con nosotros desactiva la respuesta de amenaza y pone al cuerpo en un estado de seguridad y relajación, factores necesarios para que el sistema inmunológico pueda ponerse en acción.

En 2018, Madeleine Ferrari, de la Universidad Católica Australiana, publicó en la revista Plos One un trabajo en el cual presenta que relacionarse con uno mismo de una forma amable puede ayudar a atenuar los efectos de la autocrítica de las personas perfeccionistas.

Si bien las investigaciones en este tema continúan y se van ampliando, resulta interesante poner un poco de nuestra atención en cómo nos tratamos. Esto no significa no ser conscientes de aquello que debemos mejorar, sino cuidar el modo en que nos comunicamos con nosotros mismos para llevar a nuestra Unidad Cuerpo Cerebro Mente (UCCM) a un estado que tenga en cuenta todo nuestro organismo, su cuidado y nos permita de una menara adecuada afrontar los cambios y los desafíos que la vida nos presenta.


Bibliografía:

  • Kirschner, H., Kuyken, W., Wright, K., Roberts, H., Brejcha, C., & Karl, A. (2019). Soothing Your Heart and Feeling Connected: A New Experimental Paradigm to Study the Benefits of Self-Compassion. Clinical Psychological Science, 7(3), 545–565. doi: 10.1177/2167702618812438
  • Appelhans, B. M., & Luecken, L. J. (2006). Heart Rate Variability as an Index of Regulated Emotional Responding. Review of General Psychology, 10(3), 229–240. doi: 10.1037/1089-2680.10.3.229
  • Arch, J. J., Brown, K. W., Dean, D. J., Landy, L. N., Brown, K. D., & Laudenslager, M. L. (2014). Self-compassion training modulates alpha-amylase, heart rate variability, and subjective responses to social evaluative threat in women. Psychoneuroendocrinology, 42, 49–58. doi: 10.1016/j.psyneuen.2013.12.018
  • Ferrari M, Yap K, Scott N, Einstein DA, Ciarrochi J. (2018). Self-compassion moderates the perfectionism and depression link in both adolescence and adulthood. PLoS ONE, 13(2), e0192022. doi: 10.1371/journal.pone.0192022

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