A partir de los numerosos estudios científicos que hoy en día están al alcance se puede vislumbrar que la música es una herramienta notable para utilizar en múltiples espacios educativos y asignaturas curriculares.

¡Potenciá el uso de la música en el aula de inglés sin ser músico!

Fecha 12 de Septiembre de 2019

La música es un misterio y tiene una complejidad enorme desde el punto de vista neurofisiológico y psicológico. Por ejemplo, hoy en día, gracias al vasto conocimiento en neurociencias, sabemos que nuestros cerebros se sincronizan cuando compartimos el mismo espacio para escucharla.

Y también nos enteramos de que la música tiene la capacidad de afectar la percepción y el estado de ánimo. 

Se trata de un lenguaje tan particular que requiere de un estudio muy profundo para poder entenderlo, decodificarlo y trabajar con él efectivamente. 

La música es un mundo tan grande que a veces intimida 

Es muy común que los docentes piensen que no saben nada de música o que otros deben ocuparse de esta asignatura. De hecho, todos apuntan a que quien debe tratar con esto es… El profesor de música. 

Sin embargo, con ese tipo de pensamiento dejan pasar un sinfín de herramientas valiosas. Aplicaciones prácticas y simples que no requieren estudiar años en un conservatorio, sino que alcanza con comenzar a informarse, derribar mitos y acomodar los conocimientos acerca del tema para superarnos. 

¿Cómo? 

Utilizando la ciencia como base y ganándole a la zona de confort. 

Efectos positivos de la música en la salud humana 

Como ya te imaginarás, si la música afecta positivamente la salud (y tantos otros contextos) la educación es un terreno que no podemos dejar de lado para aplicar esta maravillosa herramienta, avalados por todos los aportes científicos que hoy nos llegan. 

Porque, ¿quién no se emocionó con una canción alguna vez? 

A pesar de no saber leer una partitura, desafinar un poco o no poder tocar la guitarra. 

Nada de esto es necesario para que la música nos impacte.

Emoción y aprendizaje van de la mano 

Entonces, la aplicación de la música en el aula debe ir por ese mismo camino. 

Si estamos trabajando día a día para:

  • entender cómo funciona el cerebro y mejorar nuestras prácticas docentes;
  • que nuestros alumnos se superen, encuentren nuevas formas de aprender y se adapten a un mundo tan cambiante;
  • tener un enfoque holístico de la educación;
  • preparar a los alumnos para el futuro (que ya llegó).

¿Por qué no habríamos de hacerlo nosotros como educadores? 

Quizás suene a cliché, pero creo firmemente en educar con el ejemplo. 

No conozco ni una persona que no se conecte de algún modo con la música. 

Sí, obviamente, los alumnos tienen gustos musicales diferentes y diversas respuestas al estímulo sonoro-musical. 

Por algo, musicoterapia es una carrera de grado. 

Algunos docentes (y alumnos) jamás cantarían en una clase, pero se pueden utilizar varias actividades con (y a través de) la música aparte de cantar. 

Y si se trata de una clase de inglés, se puede salir del fill in the gaps (completar los espacios en blanco) y explorar otros recursos. 

Por eso hoy estoy ayudándote con este aporte. 

4 ideas para utilizar música en tu clase de inglés que no requieren de ser músico:

1. El contenido de una canción como disparador 

Existen canciones para todas las temáticas. ¿Entonces por qué no buscar la canción justa para esa clase, evento o momento?

Puede tratarse de una fecha patria, una charla de orientación vocacional o de manejo saludable de redes sociales. 

El contenido de una canción puede ayudar muchísimo a la reflexión por parte de los alumnos para empezar una clase con el pie derecho y bajar la ansiedad y, por qué no, para que se conecten con sus emociones de una manera saludable. 

En este caso, en vez de “escuchar y completar”, analizar la letra de la canción y escuchar las diferentes interpretaciones de los alumnos ayudará a activar los conocimientos previos sobre el tema en cuestión o a ponerse en tema si se trata de un evento y no de una clase. 

Por último, aunque esto también es importante, estaremos poniendo en marcha también las habilidades blandas (como la empatía y la autorregulación emocional) que son fundamentales para el paradigma VICA que nos toca vivir.

2. La música ES matemática: 

La clasificación de compases simples y compuestos es un excelente contenido para la clase de matemática. 

¡Si los docentes de música y matemática tienen la posibilidad de trabajar transversalmente será muy enriquecedor para todos! 

Y si tratamos el tema en inglés, estaremos conectando tres áreas. No sólo lo musical y lo matemático, sino también el idioma. 

Más información:

http://musica.rediris.es/leeme/revista/casalsetal14.pdf
http://blog.tiching.com/musica-matematicas-dos-geniales-companeros/ 

3. Creatividad pura: 

Así como sucede con prácticas del lenguaje y los poemas/cuentos, se pueden realizar actividades de extensión a partir de la música. Es decir, se puede tomar como base la letra de una canción y dividir la clase en diferentes grupos. 

Cada grupo tendrá como tarea crear una estrofa más para la canción o cambiarle el estribillo. 

Luego se realiza una puesta en común.

4. Historia + arte visual:

Es imposible separar la historia (tanto nacional como mundial) de la musical.

Otra posibilidad de trabajo transversal la encontramos en la integración entre música e historia y/o arte visual.

¿Por qué estudiar las manifestaciones históricas y visuales desconectadas de las sonoro musicales?

Es más difícil y aburrido.

Con un poco de planificación y organización, se pueden hacer coincidir los momentos en los que van a enseñarse determinados períodos históricos para poder integrar las producciones musicales de esa época con los acontecimientos sociales y políticos.

Incluso todos los docentes pueden trabajar simultáneamente en el aula.

En cuanto al arte visual, tomemos como ejemplo el barroco. Esta época se caracteriza por el uso excesivo de ornamentación.

Así como podemos notar este recurso estilístico en la imagen, en la música encontramos el bajo continuo como sello distintivo del período.

Para escucharlo, este link.

Espero que apliques todo lo que puedas de este artículo en tus próximas clases.

Y si todavía pensás que escuchar a Mozart te va a ayudar instantáneamente a aprobar esa materia, leé este artículo. 

Dejanos tu opinión en los comentarios. Gracias por leernos.


Bibliografía:

  • Logatt Grabner, C. (2018). Los cerebros de quienes comparten un espacio para escuchar música se sincronizan. Asociación Educar para el Desarrollo Humano. Recuperado de: www.asociacioneducar.com/musica-sincronizacion
  • Henry, M. J., Cameron, D. J., Swarbick, D., Bosnyak, D., Trainor, L., & Grahn, J. A. (2017). Live music increases intersubject synchronization of audience members’ brain rhythms. Cognitive Neuroscience Society meeting, Boston, March 27.
  • Castro, C. (2013). La música puede afectar nuestro estado de ánimo y el modo en que percibimos el mundo. Asociación Educar para el Desarrollo Humano. Recuperado de: www.asociacioneducar.com/musica-estado-animo
  • Jolij, J., & Meurs, M. (2011). Music alters visual perception. PLoS One, 6(4):e18861. doi: 10.1371/journal.pone.0018861.
  • Melamed, A. (2018). Qué son el mundo VICA y el universo RUPT, los nuevos paradigmas laborales. La Nación. Recuperado de: https://www.lanacion.com.ar/economia/empleos/que-son-mundo-vica-universo-rupt-nuevos-nid2172215
  • Casals Ibáñez, A., Carrillo Aguilera, A., y González-Martín, C. (2014). La música también cuenta: combinando matemáticas y música en el aula. Revista Electrónica de Música en la Educación, 34, 1-17.
  • González Martel, D. (2017). Música y matemáticas: dos geniales compañeros. Tiching Blog. Recuperado de: http://blog.tiching.com/musica-matematicas-dos-geniales-companeros/
  • Del Fabro, A. (2019). Neuromito #7: Escuchar música de Mozart vuelve a los estudiantes más inteligentes. Asociación Educar para el Desarrollo Humano. Recuperado de: www.asociacioneducar.com/neuromitos-aula7

Imagen: Freepik